domingo, 9 de marzo de 2014

Causas. Efectos. Interacciones

- "Pero, Doctor,  ¿exactamente cuál es la causa de lo que me pasa?"
- "Sinceramente no lo sé. Pero voy a hacer todo lo posible para que deje de pasarle"

Probablemente muchos opinan que este diálogo no debería suceder nunca en una visita clínica. Y quizás parezca que sucede pocas veces. Pues pasa. Muchas veces. Lo escondemos de otras maneras. Respondemos a esa pregunta afirmando que conocemos la causa del dolor, de la molestia, del problema. Y que todo lo que haremos estará encaminado a eliminar esa causa y así podremos eliminar ese problema. Y a veces (ojo, solo a veces) ese problema mejora. En ese momento tan perfecto es cuando metemos la pata hasta el fondo (en versión clásica la cagaste Burtlancaster que dirían los Hombres G, o en una versión más moderna la lías parda). Porque creemos que hemos eliminado la causa de dolor. Y se lo hacemos creer al paciente.

Ahora que vamos de modernos y de científicos las llamamos grupos de expertos, pero toda la vida se habían llamado casos clínicos. Y sucedían más o menos así. Se juntaban siete fisioterapeutas hablando de un paciente y proponían 7 explicaciones diferentes ( "está claro que es la fascia" " pero no ves que tiene un punto gatillo activo?" "pues para mí que es una FRS izquierda" "no sabéis nada, es un compromiso en la interfaz del nervio" "me apuesto lo que queráis a que lo que tiene es una retracción de la cadena anterointerna" "no, hombre no. Eso es una limitación de los movimientos accesorios"...) todos muy convencidos de la suya. Ahora hacemos lo mismo pero añadimos un montón de papers que demuestran que la tengo más larga que mi hipótesis es más plausible que la tuya. Lo que no ha cambiado es que al final nunca se sabe quién tiene razón o no, porque no siempre disponemos de herramientas válidas para saberlo.

A los fisioterapeutas a veces nos pierden un poco las "ganas" que tenemos de tratar la causa. O quizás sean "las ganas" que tenemos de decirle al paciente que hemos tratado la causa. Sinceramente creo que al paciente lo que le importa es que le quitemos el síntoma, el problema (ese es el motivo por el que nos busca) y el resto a veces le importa y a veces no, depende de muchos otros factores. No conozco nadie que vaya al dentista esperando que le solucione las causas de las caries, o de una endodoncia. Los pacientes somos (y digo somos porque todos somos pacientes antes o después) simples. Cuando tenemos dolor queremos que nos quiten el dolor. ¿Exagero? Avisadme cuando tengáis un dolor de muelas o un dolor de cabeza, o cuando tengáis una fiebre de 39º… 

Hablaba de factores. O variables. Creo que a día de hoy algunos siguen sin darse cuenta que nuestra clínica (y da igual la experiencia que tengamos, las formaciones que hayamos hecho, o las técnicas que apliquemos)  no nos permite conocer las causas. El paciente llega con un problema B, y no tenemos ninguna prueba que la causa sea A. Ninguna. Algunos me responderán que con el tratamiento… claro, el tratamiento. Es decir, que como has tratado A y B ha desaparecido, entonces A es la causa de B… casi casi estoy a punto de creemelo… espera… espera un momento… ¿que B era un dolor muscular al trapecio?, vale,  ¿y qué A (lo que has tratado) era un punto gatillo? y entonces eso demuestra que la causa de su dolor era el punto gatillo…. espera…,  ¿y si en vez del el punto gatillo le abres el cuarto chakra? y deja de dolerle!!!! Entonces resulta que según ese razonamiento las terapias "alternativas" funcionan. Pues va a ser que no, que los tratamientos tampoco nos permiten afirmar las causas. Ojo, que la fisioterapia no trate las causas no es porque no pueda, sino porque no puede conocerlas… las terapias pseudocientíficas ni lo uno ni lo otro...

Y entonces, ¿qué hacemos? ¿Apagamos la luz y cerramos el chiringuito? Pues tampoco, que con lo que nos ha costado llegar hasta aquí no es plan. Hay un proverbio oriental que dice que para producir ruido hace falta que choquen dos cuerpos. Eso es un poco lo que pasa con el cuerpo. Una sola variable no necesariamente es la causa de un efecto. Por poner un ejemplo. El dolor de espalda. Las malas posturas no son la causa (vemos diariamente mucha gente en posturas incorrectas y sin dolor), como no lo es la escoliosis (ídem), ni las sobrecargas articulares (más de lo mismo) ni los puntos gatillo (presentes en multitud de individuos sin patología) ni ni ni ni…. ¿Y entonces… no hay causas? Las hay, claro que las hay, pero en nuestro estudio no las conocemos. Y presumir que tratamos aquello que no conocemos me parece exagerado y poco honesto. 

Lo que hay en el cuerpo humano (y en la psique) son interacciones entre múltiples e infinitos factores. Continuamente. A montones. Y por eso el mismo grado de degeneración del cartílago de la rodilla hace que una persona no pueda bajar escaleras y otra sea capaz de correr una media maratón.  Y a veces basta quitar uno de los factores para que los efectos desaparezcan. O introducir uno nuevo. Mucho más simple que buscar las causas. Mucho más sincero que afirmar que las tratamos. Un tratamiento de fisioterapia no es la causa de que desaparezca el dolor (efecto) sino otro factor más que modifica la interacción. Como decía al principio "No sé exactamente cual es la causa de lo que le pasa… pero voy a hacer todo lo que pueda para que esté mejor".

Buena lectura.

11 comentarios:

  1. Buena entrada, Luis.

    El principio de causalidad en física es el de "condición necesaria y suficiente" (aquí podríamos hablar mucho de lo que se supone que implica la frase de Moseley sobre la nocicepción), pero esos criterios no valen para sistemas complejos, es decir que es un problema que también afecta a todo el sistema biomédico. Nosotros tenemos otros criterios, como los de Bradford Hill, por tanto solo llegamos a una aproximación con gradientes de certeza donde rara vez se alcanzará el 100%. El Razonamiento Clínico debería estar integrado en todos abordajes terapéuticos. Desgraciadamente eso no es así, como ocurre con los puntos gatillo o las fascias, donde si se desea, todos los problemas encajan con puntos gatillo y problemas fasciales.

    Más de la mitad de las veces no podemos determinar la estructura afectada, pero esa solo es una de las 8 categorías de hipótesis de las que disponemos. No creo que debamos tener complejo alguno, probablemente seamos los más honestos comparados con otros profesionales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu aporte Ruben. Coincido contigo en que el nivel medio de honestidad en fisioterapia es bueno, e incluso diría que a base de saber lo que no sabemos ha ido mejorando en la última década. Pero eso no quita para admitir que alguno de los nuestros a veces tenga más de "charlatán" que de profesional.
      Respecto a las categorías de Jones y a los criterios de Bradford Hill, creo que para algunos fisioterapeutas son como el goniómetro: saben que existen, e incluso alguna vez lo utilizaron.
      Un saludo

      Eliminar
  2. Eso les decimos a los estudiantes. Les recomendaré tu entrada como parte de su reflexión. Nos resulta muy oportuna.
    Saludos.

    Juan Antonio González Gª.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Juan Antonio. Y animo a tus estudiantes a participar en los comentarios con sus reflexiones. Su visión, más fresca que la nuestra, seguramente será enriquecedora.

      Un saludo

      Eliminar
  3. Sería del género tonto no estar de acuerdo con lo que escribes, Luis. Pero no cometas el error de decirlo muy alto, o de ponerle nombre, porque entones tienes la crucifixión asegurada.

    Fíjate que el peso de la evidencia que dice que lo importante no es la estructura, ni la postura, etc empieza a ser aplastante... Y en cambio, nosotros cada vez más centrado en imagen (eco), estructura, "modelos" que dejan el SN del paciente en la mesita de noche...

    En general, todo bastante mediocre, pero eso si, nosotros sabemos más que nadie.

    Con lo fácil que es decir no lo sé... pero no lo pagan a 90€ la hora.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como decía más arriba respondiendo a Ruben, el nivel medio de honestidad en la fisioterapia es aceptable. Pero creo que asumir como nuestro el pensamiento socrático de "solo sé que no se nada" (o adapatarlo a un solo sé que no se muchas cosas) lejos de hacernos mediocres, nos podrá hacer mejores… y además, tal como está el patio, a veces ni siquiera sabiendo las cosas te las van a pagar a 90 € la hora…

      Gracias Carlos

      Eliminar
  4. Muy interesante reflexión Luis. Como propones, cuando hablamos de algo multifactorial las cosas no son A+B=C. Algo que ha obsesionado siempre al profesional sanitario es llegar al origen del problema: la causa. Es algo que siempre me ha recordado al psicoanálisis de la lesión. ¿De pequeño caíste en alguna ocasión de culo?

    Parece que en esta época todo gira en torno al razonamiento clínico, pero la gente confunde (expresamente o por desconocimiento) qué es razonamiento clínico con JUSTIFICACIÓN. Lo que quiero pensar/aplicar es X y lo que me cuentas o lo que veo me cuadra con X. ¡Voilà! Y no hace falta mucho más. Y el problema es que, como es lógico, necesitamos un modelo teórico para poder operar. No puedo trabajar en base a la nada. Hace falta un marco para poder contextualizar mis pruebas y elección de tratamiento. Mientras todos tengamos claro que no deja de ser eso, un marco teórico, un "analizar factores que podrían contribuir" en la clínica del paciente para tratar de hacer cambios y objetivar si tienen alguna relevancia, la cosa será mucho más sencilla de lo que lo hacemos. Porque como bien has dicho, esto parece un duelo de chorras, donde la más larga es la mía, lo que más mola es lo que yo hago y lo mejor es lo que a mi me gusta. Ahora además con el "boom" de la FBE como telón de fondo.

    Decir que el contexto, las creencias y la actitud del paciente no son relevantes es tan absurdo como decir que la mecánica, la postura o función no lo son. Da igual en qué bando te posiciones, los extremos son absurdos y propios de gente que se dedica a la teoría (y justificación de su libro). La falacia de la estructura y la falacia de lo neurofisiológico (y la relevancia de ambas). El problema es que, de nuevo, esto es un "pues tú más" cuando todos realmente hacemos lo mismo: abordar desde nuestras verdades operativas y todas son válidas en cuanto que ayudan en el proceso de razonamiento y toma de decisiones.

    Con lo fácil y sencillo que sería comenzar con un "esto es lo poco que sabemos respecto a..." y a partir de ahí, como tu dices, tratar de ayudar en la medida en que seamos capaces de hacerlo.

    Un placer leerte.

    Abrazote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Vicente por aportar calidad a este blog. Nada más que añadir a tu reflexión, simplemente enmarcar y subrayar dos perlas que en ella incluyes:

      "un marco teórico, Un analizar factores que podrían contribuir en la clínica del paciente para tratar de hacer cambios y objetivar si tienen alguna relevancia"

      "Decir que el contexto, las creencias y la actitud del paciente no son relevantes es tan absurdo como decir que la mecánica, la postura o función no lo son"

      Hay más fisioterapia en esas dos frases que en algunos textos muy sesudos sobre la filosofía de la fisioterapia.

      Un saludo

      Eliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Uff. Menos mal que no soy el único que cree que no sabe nada. Tengo un lío bastante gordo, supongo que será un conflicto mental entre lo que pensaba que era la fisioterapia y lo que estoy descubriendo que es. Por el momento tengo que hacer un gran esfuerzo por deshacerme de lo aprendido, hacer una regresión, desnudar mi mente y rellenarla de nuevo.
    Pero, ¿alguien puede responderme algunas preguntas o al menos arrojar algo de luz? Si no podemos conocer las causas con los medios actuales y lo que hemos de tratar son los síntomas...¿por qué utilizar unas u otras técnicas si tampoco sabemos si son las que hacen desaparecer los síntomas? Me parece que es como dar golpes de ciego; utilizo varias técnicas, "entretengo" al paciente y por el camino se cura espontáneamente ( y me cuelgo la medalla)
    Y, si no trato la causa, y únicamente alivio los síntomas ( que no sé si los alivian las técnicas aplicadas o no) ¿estos no volverán a aparecer? Y entonces ¿vuelvo a tratar síntomas hasta el infinito?

    Miguel Hervás

    ResponderEliminar
  7. Buenos días Miguel...
    me encanta la reflexión que haces en voz alta... en el fondo creo que es un momento por el que muchos fisioterapeutas pasamos, incluso varias veces a lo largo de la carrera profesional... por eso mismo no seré yo quien pueda arrojar luz sobre tus preguntas. Considero, como se decía más arriba, que un poco de humildad y de honestidad por nuestra parte son siempre de ayuda. Combinar eso con la mejor evidencia posible, y con una investigación cada vez más profunda quizás sea la luz que necesitamos todos para dar cada vez menos golpes de ciego.
    Un saludo y buena búsqueda

    ResponderEliminar