Los
niños empiezan primero a escuchar, posteriormente a hablar, a controlar lo que dicen y luego,
después de mucho esfuerzo, son capaces de aprender a escribir. Lo se porque
últimamente estoy leyendo mucho sobre niños, desarrollo, Piaget y un montón de
gente más y dentro de nada me voy a hacer un curso intensivo de varios años, pero también lo digo porque a la fisioterapia le ha pasado algo parecido.
En mi opinión, uno
de los mayores desarrollos que ha hecho esta profesión en los últimos veinte
años ha sido el de aprender a escribir. Como a los niños, nos ha costado mucho.
Mientras estaba en la carrera no hubo profesor que no insistiese en la
importancia de la Historia Clínica, el Diagnóstico en Fisioterapia, los
Objetivos del Tratamiento.... lo repetían como si fuesen mantras tibetanos
OMMMMMMMMMMMMMMMMM....... El problema era que cuando llegabas a las prácticas
lo de escribir era algo más... o mejor algo menos... bueno... los que lo
vivieron lo saben, allí escribían cuatro gatos y los demás los miraban como
bichos raros.
Por
suerte eso ha cambiado mucho. La Historia Clínica ha pasado de ser una
entelequia a ser una realidad, la mayoría de fisioterapeutas tienen su propio modelo de HC. Y eso tiene sus límites, ahora hay tantos tipos
de HC como conceptos, desde Manipulación del Tejido Neuroconectivo a Mackenzie. Y con los diagnósticos pasa más o menos lo mismo... Mucho
trabajo por hacer... todavía. Pero de eso ya se está hablando en FSR, Linkedin
y otros mil sitios.
Yo
quería hablar del paso previo a la Historia Clínica. Esta no es más que un
registro, más o menos completo, de la realidad. Y el problema de la realidad es
que no es real. O mejor, la realidad es solamente un acuerdo entre dos o más personas.
Y ese acuerdo empieza en la Entrevista Clínica. Hace algo así como
unos 40 años E. Loftus comenzó con sus experimentos sobre memoria de testigos. Muchas
de las cosas que descubrió sobre la manipulación de la memoria pueden ser
aplicables a la fisioterapia hoy en día. No es lo mismo preguntar a una persona
porqué viene a nuestra consulta, que preguntarle qué le duele. La primera es
una constatación, la persona está en nuestra clínica, y simplemente queremos
saber el motivo. La segunda es una pregunta que modifica la respuesta a priori.
El mismo efecto sucede si realizando una técnica de compresión le pedimos a la
persona que nos avise cuando el dolor disminuya (ese tipo de pregunta implica
que el dolor debería disminuir) a pedirle que nos cuente como se va sintiendo
(si le pido que me diga cuando nota cambios en el dolor, vuelvo a modificar su
respuesta, ya que la pregunta facilita una respuesta positiva hacia
algún cambio). El colmo de la manipulación se obtiene cuando después de
realizar una técnica el fisioterapeuta pregunta al paciente... imaginad como
puede cambiar la respuesta del paciente según la pregunta:
-
¿qué tal está ahora?
-
¿ha notado algún cambio?
-
¿se siente mejor ahora?
-
ahora se siente mejor, ¿verdad?
Otra
cosa es que queramos decir que pretendemos manipular la experiencia cognitiva
de ese dolor o de ese movimiento, pero sinceramente, creo que por formación
estamos a años luz de poder hacer eso. Y posiblemente no sea nuestro campo de
actuación.
Realizar
una buena Entrevista Clínica requiere experiencia, cierto, pero también
conocimientos. Es exactamente igual que realizar un buen test ortopédico o
neurodinámico. A medida que los hacemos más y más veces (experiencia)
seguramente nuestra sensibilidad será mejor. Pero si no hemos aprendido bien
como hacerlos (conocimiento) y modificamos alguno de los parámetros (por ejemplo un test de N. mediano por
debajo de 110º de abd) dará igual que lo realicemos 10 o 1000 veces, el
resultado que obtendremos será siempre incorrecto. Hace poco escuché a M. Santed (decano de la facultad de
Psicología de la UNED) hablar sobre la entrevista en psicología y decía
"si quieres tener respuestas correctas, tienes que hacer bien las preguntas
correctas". Creo que la fisioterapia ha pecado algunas veces de querer obtener un tipo de respuestas, que casaban con nuestras hipótesis diagnósticas o
de tratamiento, y ha hecho las preguntas que le interesaban para conseguirlas. Pensar que los fisioterapeutas aprenderemos a preguntar preguntando muchas veces es como afirmar que los masajistas aprenderán a movilizar una articulación después de haber movilizado muchas... en ciencia se llama falacia, y en cristiano, mentira cochina...
Ahora
que ya sabemos el qué fotografiar (la funcionalidad y el movimiento del paciente)
y el con qué fotografiarlo (test, valoraciones articulares, musculares, ortopédicas...),
no vendría mal que nos parásemos a preguntarnos el cómo hacemos las fotos (la
entrevista).
Buena lectura.
P.D: (a los que hacéis preguntas-afirmaciones... reflexionad sobre si vuestros pacientes están mejor, o si simplemente os dicen que están mejor)