viernes, 26 de enero de 2018

Siguiendo

"Ante la página en blanco, la pregunta abierta, ¿por qué? ¿por qué un blog? ¿por qué ahora? ¿para decir qué? ¿para decírselo a quién?..."
Torija L.  Llegando. zienziyharte. 2014 (1) 16 enero


Cuatro años. No había caído en la cuenta del tiempo que llevaba el blog abierto hasta el otro día cuando escribí la última entrada "Non plus ultra". No había vuelto a leer el primer post. Un post que llevaba por título un subjuntivo, porque como dice mi buena amiga Montse citando a Ortega y Gasset "No somos participio. Somos gerundio. No estamos hechos del todo sino que poco a poco nos vamos haciendo". Pues eso, yo en estos cuatro años me he ido haciendo. A fuego lento.

Cuatro años son un ciclo olímpico. Cuatro años son un momento tan bueno como cualquier otro para echar cuentas, para hacer resumen, para fijar objetivos. Para darse respuestas. Vamos a ver si en estos 4 años he encontrado alguna. 

¿Por qué un blog? Seguramente porque necesitaba pensar en voz alta, compartir mis dudas, mis hallazgos. Compartirme un poco como una forma de agradecer lo que otros blogs me estaban aportando. Es cierto que incluso la propia palabra "blogsfera" se ha quedado anticuada. Y que quizás los blogs hayan perdido su sentido. Pero en ese momento era una herramienta poderosa para ponerse en contacto con la gente. Y yo, ¿qué tenía que decir? ¿a quién? Yo quería hablar de fisioterapia, de comunicación. De problemas de la profesión y de los profesionales. Quería hablar, a veces ironizar, sobre la profesión, como medio para que el que quisiese pensar pensase. A favor. En contra. Pero que pensase. Quería diálogo e he intentado cumplirlo. A veces tengo la sensación de que la profesión ha pasado del diálogo a los gritos. O quizás en el fondo hemos sido siempre una profesión de dialogar gritando (ea, otro gerundio). Tenemos una profesión que se está haciendo. 


Y yo, ¿qué he estado haciendo en estos cuatro años? He sido padre. Y he vuelto a ser padre. Y estoy siendo padre, porque desde luego tengo claro que eso si que es algo que está continuamente en movimiento. Elisa. Tristán. Aprendizaje constante. Gracias.
Aprendizaje también de mis alumnos. Hace 4 años estaba recién aterrizado en la UEM (gracias siempre Ana, por convocarme para este partido y darme los primeros minutos). En cuatro años he tenido la suerte de encontrar compañeros enormes en todos los sentidos. Gente que verdaderamente sabe. Gente que disfruta enseñando. Gente con ganas de aprender. Gente que podría escribir, describir y enseñar lo que es la palabra Resiliencia (otra de esas palabras que hemos tenido que aprender a decir en estos cuatro años).
Hace cuatro años no tenía una clínica. Ahora la tengo. Fisiolab. (Y es la primera vez que la menciono por aquí). Un pequeño espacio donde intento hacer la fisioterapia que defiendo, porque el movimiento se demuestra andando (gerundio dixit) y la fisioterapia es cada vez más, movimiento. Gracias Alberto por soñar y trabajar conmigo.
Y sobre todo gracias Maribel, por cualquiera de las cosas que haya pasado en estos cuatro años. Dije una vez hace tiempo que las personas con las que escogemos pasar nuestras vidas son lo más importante. A ti te he escogido. Dos veces. O más bien has sido tú la que me has escogido a mi las dos. Amando.


Y ahora, ¿qué? ¿Cuál es mi objetivo para el próximo ciclo olímpico? ¿Dónde me veo en enero del 2020? Da un poco de vértigo pensar en esa distancia.... vamos por partes... acabar psicología y un Master no estaría mal. Seguir aprendiendo. Seguir enseñando. Seguir escribiendo. Seguir compartiendo mis dudas. Seguir creciendo como profesional y seguir ayudando a la profesión a crecer. Seguir disfrutando de mis peques (dentro de 4 años ya no serán tan peques), de mis trabajos (de todos mis trabajos), de mi gente (de toda mi gente). Seguir compartiendo con vosotros mis ideas.

Pues eso. Agradeciendo. Siguiendo



miércoles, 24 de enero de 2018

Non plus ultra

Fue ayer. Fue hace un año. Fue en una clase de Terapia Manual. Fue en una de Terapia Física. Es todos los días. En primero de carrera. A veces más adelante. Un trabajo que realizar, una búsqueda que hacer. El grupo de trabajo se reparte las tareas y empiezan con toda las energías. Buscar es fácil. Esto me va a subir la nota.

Les miro con atención durante ese momento, porque los años me han enseñado que está a punto de pasar algo mágico, algo que si son listos y están despiertos les cambia para siempre. Pasan diez o quince minutos. Y algunas caras empiezan a cambiar. La chica morena de los rizos se despeina, el alumno de bíceps inmensos suda como si estuviese haciendo flexiones, las miradas empiezan a perderse. Antes o después alguno de ellos me llama y me dice "he buscado pero no he encontrado nada"... "Me dices lo que tengo que poner aquí"... "esto no se puede encontrar".

Nos hemos acostumbrado al mundo Google. Pongo mi pregunta en el buscador y mi respuesta está allí, justo debajo de la publicidad. No tengo que hacer nada más. Dónde pasar las vacaciones. Cómo viajar hasta Sebastopol. Cuál es el mejor sitio para comprar estas zapatillas. Cuál es el tratamiento mejor para cualquier patología. Navego un poco. Primera  opción, segunda, tercera, nunca más allá de la primera página de Google. Y si no está allí, no existe. La zona inferior de la primera página del buscador son las nuevas columnas de Hercules. NON PLUS ULTRA. Y más allá el miedo. La sensación de vacío. De que no existe lo que busco. De caer infinitamente por el precipicio.

Somos lo que ellos alcanzan

En ese momento delante del alumno toca pararse. Bienvenidos. YO NO SE. Sí, soy vuestro profesor. Sí, la universidad, la casa de la ciencia (o al menos eso debería ser) me ha puesto aquí, a vuestro servicio Y NO SE. Pero mi servicio no va a ser deciros lo qué estáis buscando. Mi servicio va a ser gestionar vuestra impaciencia. Enseñaros que no todo se consigue con dos clicks, ni tan siquiera con dos clicks correctos. Sí, luego llegarán los operadores boleanos y quizás, solo quizás, sea más fácil, pero hoy toca algo más básico. Hoy toca que aprendáis a buscar. Hoy toca que aprendáis a no encontrar. Hoy toca que aprendáis a tener paciencia. Que aprendáis a usar un cedazo, a separar el grano de la paja. Que aprendáis a reconocer cuál es le hilo del que hay que tirar y cuál es el que no lleva a ningún sitio. YO NO SE os he dicho. PERO SE. SE que algunas cosas no son inmediatas. SE que lo difícil es ser capaz de llegar a un sitio al que quieres llegar sin que la voz del navegador te indique en cada cruce hacia donde tienes que girar. SE la satisfacción que da encontrarse una pepita de oro después de horas y horas de búsqueda. SE la rabia de seguir una pista equivocada. SE que hay un más allá, que la Tierra no es plana sino esférica, y que vuestra búsqueda no acabará nunca.

Bienvenidos. Es la búsqueda lo que os hará mejores profesionales. El hallazgo será circunstancial.

Muchas gracias y buena lectura.