jueves, 19 de febrero de 2015

Efecto Concorde

¿Os acordáis del Concorde? era aquel avión estrecho, con la punta hacia abajo y las alas enormes, que unía París con Nueva York sin que te diese tiempo a ver entera la versión extendida de "La compañía del anillo"... Hace ya unos cuantos años que dejó de volar, con lo cual si vuestro sueño era poder desayunar a la misma hora dos veces  (manteniendo el tema hobbit) en el mismo día en dos continentes distintos, lo sentimos, no va a poder ser...



No voy a hablar de las características aeronáuticas del Concorde. No tengo ni repajolera idea. Para mí sigue siendo un misterio que los aviones sean capaces de despegar, como para entender que haya algo que puede viajar a más de 2000 km/h... Lo que quiero hablar es de lo que pasó mucho antes del que el primer Concorde despegase, y de como en el fondo sigue pasando muchas veces.

Más allá del nombre, o de la fama que pudiese alcanzar, el Concorde fue un auténtico fracaso económico. Como muchas otras aventuras, diréis... No, lo curioso del Concorde es que cuando todavía no se había terminado de realizar el primer avión ya se sabía que el pedazo de chatarra más rápido de la galaxia (hasta que llegó el Halcón Milenario, ofcourse) sería una ruina económica. Lo que hace que se hable del "efecto Concorde" no es su velocidad, sino que a pesar de que las empresas implicadas en su fabricación sabían que sería un fracaso sin precedentes siguieron adelante con el proyecto. ¿Por qué lo hicieron? Porque cuando se dieron cuenta de la cagada metedura de pata, ya habían gastado tanto dinero que se sintieron "obligados" a seguir hacia delante, a cualquier precio... nunca mejor dicho...

Podemos pensar que eso solamente pasa en las grandes empresas... pero en el fondo nos pasa a todos mucho más a menudo de lo que creemos. Nos pasa cuando pensamos en cómo continuar nuestro camino y en vez de realizar un análisis frío sobre lo que el futuro nos puede deparar nos centramos en repasar el camino que nos ha llevado hasta allí... y acabamos tomando una decisión motivada solamente por los esfuerzos que hemos hecho antes... nos pasa en nuestras relaciones de pareja, nos pasa en nuestra formación, (gente que acaba carreras de las que nunca ejercerá, no porque no encuentre trabajo, sino porque sabe desde mitad o antes de la misma, que simplemente aquello no le gusta), nos pasa a veces en nuestro trabajo... me ha costado tanto llegar hasta aquí que me voy a quedar, aunque no sepa si es lo que quiero... o mejor, como me ha costado tanto llegar hasta aquí, acabo por convencerme de que eso es lo que quiero...

Y vosotros... os habéis parado a pensar en porqué tomáis las decisiones que tomáis... ¿lo hacéis pensando los resultados futuros o en los gastos pasados...?

Muchas gracias y buena lectura.

Imagen: "Concorde heck" by [1]. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Concorde_heck.jpg#mediaviewer/File:Concorde_heck.jpg