miércoles, 11 de septiembre de 2019

El 11-S y la memoria del dolor

11-S. Recuerdo que al trabajo llegó una persona que decía que estaban bombardeando Nueva York... Kilian y yo nos miramos y pensamos que habíamos entendido mal.... luego, en casa, al encender la televisión....



Han pasado 18 años y el 11-S se ha hecho mayor. 18 años. El lunes que viene empiezan las clases los alumnos que se matriculan en primero de carrera. Alguno de ellos tendrá ahora 18 años. Alguno, los más pequeños, nacieron después de esa fecha. (No se si estoy preparado para soportarlo).

Duele ver todavía las imágenes de aquellas torres cayendo. Duele y resulta difícil de entender. Pero creo que en la mayoría de los casos, a medida que pasa el tiempo, duele un poco menos... Pues algo así pasa con las heridas del cuerpo. Ciertos dolores parece que son tremendos y que nunca se podrán superar... pero el tiempo y la distancia son médicos buenos. Cuando cayeron las Torres, el mundo se hizo pequeñito, todo estaba conectado, exactamente igual que cuando nos hacemos una lesión, no se daña un tejido, se daña una persona. Pero a medida que pasa el tiempo, a medida que el tejido cambia, que las personas cambian, que las células se van sustituyendo, ese dolor insoportable se diluye.... hay cosas que ayudan, la distancia, por ejemplo, que no te haya tocado directamente, el tipo de actividad que tengas.... pero el cuerpo no será nunca como era. Queda almacenado el recuerdo, la memoria del dolor, tan personal, tan difícil de describir, tan difícil de tratar.... 

Pues más o menos, así es la recuperación de los tejidos después de un daño.... se sustituyen las ruinas por nuevas construcciones y no se olvida, porque esa memoria, en la mayoría de los casos, es útil. Como fisioterapeutas, parte de nuestro trabajo será saber si el problema de nuestro paciente está en la reconstrucción de las ruinas, si está en la memoria del dolor, o, como pasa muchas veces, en ambas (si la reconstrucción no es buena, es más fácil que la memoria sea mala). Pero entender el dolor del paciente, respetarlo, darle la importancia que él considera que tiene, por mucho tiempo que haya pasado, es fundamental.

Fisioterapia. Tan fácil. Tan difícil.

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