domingo, 23 de marzo de 2014

El mejor amigo de un fisio

Ahora que las modas lo han puesto de colores, o elástico, o con diseños tribales de Nueva Zelanda. Ahora que no tenemos muy claro si llamarlo Kinesio, Dynamic o Neuro, (pero eso si, siempre con ™, o una © o una ® detrás, no vaya a ser que nos cobren por uso indebido de marcas registradas). Ahora que los pacientes llegan y te piden unas cintas como las de Ballotelli, sin saber muy bien para que sirven. Ahora que puedes comprar vendajes elásticos hasta en el supermercado. Ahora que en la pasarela Cibeles se han convertido en un accesorio más como los pañuelos y las corbatas (este año para Reyes voy a regalar cintas de colores para todos). Ahora que sucede todo eso, desde la mesa de nuestra consulta, él nos mira con cariño. 

Durante mucho tiempo fue nuestro mejor amigo. Con él realizamos vendajes funcionales, sindactilias,  e incluso nos atrevimos a realizar reposicionamientos articulares sin saber muy bien lo que hacíamos y sin haber oído nunca hablar de Mulligan o de McConnell (esto también vamos a ponerlo con © ® y ™, por si acaso). 

Nos costó aprender a cortarlo, así, sin tijeras, solo con los pulgares y los indices, un movimiento seco y ZAS, perfectamente, ni bordecitos redondeados ni leches. Muchas horas de prácticas para hacer vendajes de tobillo sin tener que soltar el rollo, cortando y pegando, cortando y pegando, anclajes, tiras, estribos, tiras en 8 y toda la imaginación del mundo.

Pero lo que lo convirtió en la herramienta perfecta para un fisioterapeuta fue su versatilidad más allá de la fisioterapia, colgar laminas de anatomía, hacer marcas en el suelo o en la pared para mejorar la propiocepción, arreglar camillas o cualquier cosa que se rompiese, cerrar la tapa de la pila del TENS cuando la pestaña se rompía, sujetar el cable de la Onda Corta para que hiciese bien contacto y la máquina funcionase sin llamar al técnico... Y eso solo hablando de usos en fisioterapia. Más allá de eso la imaginación era el último límite. Yo he visto cosas que los humanos no creerían, arreglar la suela de unas botas de fútbol que se caían a cachos para poder acabar un partido, utilizarlo para cerrar cajas de mudanza o para escribir lo que iba dentro, unir dos bastones para poder hacer un bastón más largo y así llegar al interruptor para abrir una puerta, colocarlo encima de un azulejo del baño cuando tienes que hacer un agujero con la taladradora para que el azulejo no se astille (esto sigo haciéndolo y es una maravilla, bricofisioconsejo del mes)...

Ahora que nos hemos hecho modernos, a veces lo olvidamos, porque al lado de lo elástico y colorado, parece retrogrado, tan rígido y tan blanco... pero el Tape sigue siendo indispensable, no necesita tijeras, solo buenas manos, mucho conocimiento anatómico, mucho conocimiento de biomecánica y mucho razonamiento (vamos, casi nada)...  y seguirá haciendo maravillas... 

... dentro y fuera de la consulta...

Buena lectura

2 comentarios:

  1. Hola Luis, me ha encantado este merecidísimo homenaje. Desde luego que ésta sí es "la herramienta" de todo fisio que se precie, opino. ¡ No sin mi tape !

    Aprovecho para felicitarte por el pedazo de blog que te estás currando; un afectuoso saludo

    @Pablo_KO

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus ánimos Pablo, y suscribo tu grito de guerra #NoSinMiTape !!!

    ResponderEliminar