miércoles, 19 de septiembre de 2018

Los buenos

Mediados de los ochenta. Salón tipo el de los Alcántara. Un niño y su abuelo ven juntos el "furgol" en la tele.

- "Abuelo, ¿usted con quién va?"
-"¿Yo? Con los buenos."

El niño, 6, quizás 7 años, se queda callado un momento.

- "Abuelo, ¿y quienes son los buenos?"

- "Los que ganan, alhaja"


Han pasado más de treinta años y ya se que aquello que mi abuelo decía no siempre es verdad. Los buenos no siempre ganan, la Hungría del 54, la Holanda de Cruyff, el Brasil de 1982, el Madrid de la Quinta del Buitre que nunca se llevó la Copa de Europa. Ganar no hace que los buenos sean buenos. Ni los buenos son buenos porque ganan. Los buenos son buenos. Y hacen cosas buenas. Y trabajan duro. Y creen en el trabajo. Y eso hace que muchas veces ganen.

El otro día me junté con un grupo de buenos para hacernos unas fotos. Gente con la que comparto trabajo, gente con la que he compartido proyectos, gente con la que, literalmente, he compartido casa, nevera y entrenamientos para que se pudiesen acercar un poco más a su sueño, a una medalla paralímpica. Cada uno es diferente, los hay más habladores y otros que saben escuchar mejor. Algunos con más experiencia y otros con más pelo. Pero hay una cosa que nos iguala a todos. La pasión por lo que hacemos. La pasión por hacerlo bien. La pasión por trabajar duro. La honradez. A algunos los conozco desde hace casi veinte años, a otros seis, a los que menos los he ido conociendo de verdad sobre todo en este último año y medio. Horas de reuniones, de mensajes, de llamadas a media tarde pensando en cómo hacer las cosas mejor, soñando despiertos para hacer del Colegio que nos representa un lugar más cercano. Horas robadas al sueño, a la familia, a los hobbies. ¿Y para qué? Por la satisfacción, como siempre, de un trabajo bien hecho, de una profesión mejor, de unas condiciones más dignas. Ni fama, ni reconocimiento. No. No son esas nuestras motivaciones.

De la Sanidad Pública, de la Privada, de las Universidades, con empresa, trabajando para otros, clínicos, docentes, investigadores, gestores, con experiencia, con futuro...
Y que sea gente buena no lo digo yo, lo dice el hecho de que otros candidatos probasen a incorporarlos a sus equipos de trabajo a lo largo de este año y medio. Pero no. La gente buena con la que trabajo ahora no quiso. No quiso porque creyó en un proyecto en el que lo importante eran las personas y no la persona (¿os creéis que a nuestra candidata a Decana hubo que convencerla porque ella no se veía en el puesto? Precisamente por eso yo no puedo imaginar alguien mejor). Y estudiamos. Y vimos la situación tal y como está. Y pensamos dónde nos gustaría que estuviese dentro de 4 años. Y construimos un proyecto. De ideas. De ideas realizables. Un proyecto que para salir adelante necesitase el esfuerzo de todos, un proyecto de equipo.

Pero los buenos no se ven cuando las cosas van bien. Se ven sobre todo cuando las cosas van mal. Cuando discutes porque tienes puntos de vista diferentes, pero te das cuenta de que puedes llegar a acuerdos, y eso es enriquecedor. Se ven cuando por whatsapp, antes de que se hagan públicas las candidaturas, corren bulos metiendo miedo, diciendo que vamos a hacer quién sabe que cosa, bulos apuntando el dedo y acusando a personas que de si algo son culpables es de esforzarse en ofrecer lo mejor que tienen a sus pacientes, a sus compañeros, a la sociedad. Ahí es donde te das cuenta de lo buenos que son los buenos. Porque a pesar de todo, siguen trabajando con la misma motivación. Con la misma honradez. Con las mismas ganas. Sin meter miedo. Sin vender humo.

Abuelo, yo voy con los buenos.

P.S. Y diciendo que los de este equipo son buenos, no estoy diciendo nada malo de los demás. No vaya a ser que alguien quiera malinterpretarlo.


4 comentarios:

  1. Me has emocionado Luis. Pase lo que pase no dejes nunca de ser lo que eres......

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa fue una de las cosas que me prometí justo antes de embarcarme en esta aventura. No dejar de ser como soy. Con este equipo a mi lado, se que eso es posible

      Eliminar
  2. Como soy de expandirme como el Big Bang prefiero comentar por aquí. Casi siempre en esta vida lo importante no son las metas, es el camino, y cada meta sólo es una etapa que lleva a la siguiente. En 45 años he conocido a mucha gente y todo aquel con quien me he encontrado me ha aportado algo, incluso algunos me han enseñado como no quiero ser, y eso es un aporte enormemente valioso.
    Pero en este grupo yo creo que todos estamos aprendiendo, unos de otros, continuamente, hemos conseguido ponernos en la piel de los demás, en su historia en su forma de vivir la fisioterapia, y nos está enriqueciendo mucho.
    Pero lo más grande es que algunas cosas por suerte no tienen vuelta atrás, pase lo que pase el día 6 se que seguiremos compartiendo proyectos, conocimiento, vivencias y gracias a vosotros, a todos, yo seguire creciendo, y espero que así lo sintáis vosotros tambien. Lo que me dais con cada mensaje, cada reunión, cada quedada de trabajo, eso ya no me lo quita nadie.
    Pase lo que pase, yo ya he ganado.

    ResponderEliminar